La Grieta se puso el nombre sola, cuando en una de las tantas rajaduras de una vieja mesada de cocina, nació una plantita de zapallo. De allí la idea de que La Grieta no es algo pensado, sino que existe, y de que en ella hay una vida distinta de la que puede surgir la flor nueva.
habia una vez... un rey de los humildes que dormia un sueño gris... igual que tantos...
Cuenta la leyenda que cierto dia una muchedumbre pintarrajeada... saltando... entonando canticos y blandiendo instrumentos ya olvidados, arremetió contra todo lo gris declarando a viva voz "que viva el carnaval".
Mientras avanzaba en enmarañado despliegue con acompañamiento de parches mal afinados y rotos, pero que aún así, contagiaban por la vivacidad e idalguía con la que enarbolaban su firme desición,
"que viva el carnaval", arrancaban con viceral percusión, un sonido que cambiaria para siempre la musicalidad de aquel lugar.
...tan tun tantan tum... tan tun tan tantum... tan... tun... tantantum.
tal el impetu de aquel bello desparpajo y la fuerza de los danzarines que repiqueteando sus piruetas y contorsiones en el asfalto demolian toda quietud o desafío similar. A su paso se derretía lo gris chorreando como plomo líquido... mientras renacia el ritual que retornaría de la ausencia aquel magico conjuro, "que viva el carnaval". El pequeño rey despertó de su sueño gris... asomándose a la ventana, en el momento preciso en que una colombina extendiendo su mano azul... le tocó la cabeza devolviendole su corona. El hombrecito de un salto, paso por la ventana y estuvo a su lado... corrieron hacia la muchedumbre, donde a la señal de un arlequín vestido de rojo y con sombrero multicolor, gritaron todos, "viva el rey momo... que viva el carnaval"... subiéndolo a una carroza improvizada con el carrito de un cartonero... adornada con los colores de todas las etiquetas que esta llevaba... recorrieron el barrio, mientras la gente se acordaba de sonreir y salía para vivar al rey. Al llegar a una esquina inventaron un templo popular... construido de deseos que unieron con el gris derretido que le daba fortaleza y les servía para no olvidar... donde cada año en un dia elegido... al final del ritual quemarían las tristezas y todo aquello que no les dejara ser "libres"... pero antes al comenzar la jornada el pequeño rey, que se había olvidado de hablar, también recuperó su voz, y anunció con la dignidad que solo un rey de los humildes puede tener... "que comienze el carnaval"... "viva el carnaval"... mientras una multitud enmarañada dibuja el aire y lo habita de colores y sonidos formando un espontaneo coro, ya no olvidado... que responde "viva el carnaval" ..."viva el rey momo". Dedicado a mi barrio, cumpas de La Grieta y a mi amigo el MoMo Cacho Lara. Flaco Palermo.
EL CARNAVAL DE LA GRIETA
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