La Grieta tiene historia

 












"La Grieta, Cultura sin Moño" comienzó a funcionar en 1989, teniendo como antecedente las experiencias de los grupos artísticos “Bajo Fondo” y “Los desnutridos del 2000”, cuyos integrantes provenían, en su mayoría, de talleres barriales.

Dichos grupos hacían sus presentaciones en el patio de una casa en la zona sur de Rosario (Rosario, Santa Fe, Argentina). Para convocar a los vecinos, salían a recorrer las calles con una murga, a la cual los mismos se iban sumando. Estas presentaciones terminaron por convertirse en verdaderas fiestas, con la participación de "artistas silenciosos" del barrio que poco a poco fueron acercándose y también de otros grupos artísticos de la ciudad que se entusiasmaron con la propuesta. El lema era y es “La Fiesta y el Encuentro para hablar de Nuestras Cosas”.

Luego empezaron a implementarse talleres en La Grieta, espacios de aprendizaje orientados a que el barrio sea protagonista y hacedor del “hecho cultural”. En La Grieta el actor es entendido como alguien capaz de hacer, de actuar, pudiendo ser su escenario desde un tablado hasta toda una comunidad, teniendo que contribuir en la resolución de un conflicto en una escena o bien en un barrio. Por eso en los talleres de Alfabetización y Expresión Artística (que se llevaron adelante durante tres años en la Escuela de la zona, además de en La Grieta), lo importante era no sólo aprender a leer y a escribir, sino también decidir qué leer y qué escribir.

Con los años La Grieta fue ganando la calle y allí se trasladaron los encuentros y eventos, entre ellos el Día del Niño sin Moño, la Despedida de Año, el Grito de los Excluidos y, tal vez el de mayor impacto, el Carnaval del Barrio de La Grieta, que comenzó siendo una fiesta entre vecinos de la que ahora participan grupos de teatro, títeres, murgas, comparsas de la ciudad y también de localidades y provincias vecinas. El estar en la calle tiene que ver con un pensamiento de acuerdo con el cual los niños y jóvenes no deben ser "resguardados" de la calle. Ésta, más bien, debe hacerse más segura. ¿Cómo? No encerrándose tras las rejas de las casas, escondiéndose con miedo los unos de los otros. Sí habitándola, reuniéndose en ese espacio natural de encuentro, volviendo a tomar mate en la vereda, haciendo las despedidas de año afuera, junto a los vecinos.

La Grieta no es un espacio físico sino una idea, una forma distinta de pensar el mundo y las relaciones humanas. Es una organización pequeña con un grupo estable de personas, con distinto compromiso, que realiza un trabajo de hormigas con muchas dificultades y también muchas satisfacciones.

La Grieta difiere con las producciones artísticas y las actividades de muchos espacios alternativos barriales que tienen el objetivo de la “contención”. Sin entrar en la discusión sobre si esto es o no válido (lo que en rigor depende de la coyuntura), puede decirse que este enfoque conlleva una limitación o mejor dicho una contradicción, si se concibe que el arte fue, es y debe ser una expresión transformadora.

Actualmente La Grieta es un espacio cubierto, un "carpón", por ser mezcla de carpa y galpón. Este carpón está construido sobre el mismo patio de los comienzos. En 2012 se colocó parquet de roble en el piso. Además de los eventos y talleres, se busca la articulación con otras organizaciones. La Grieta es miembro fundador de la Red Latinoamericana de AyTS (Arte y Transformación Social) y de A.T.I.R. (Asociación de Salas de Teatro Independientes de Rosario).