La Grieta se puso el nombre sola, cuando en una de las tantas rajaduras de una vieja mesada de cocina, nació una plantita de zapallo. De allí la idea de que La Grieta no es algo pensado, sino que existe, y de que en ella hay una vida distinta de la que puede surgir la flor nueva.
me quede sin palabras al ver mi barrio, a la gente y que decir cuando lo vi a cachito, mientras escribo todavia tengo piel de gallina,los felicito!!!el trabajo que hacen debe ser hermosos y debe alegrar mucho a la gente que vive alla.
ResponderEliminarUn abrazo grande a la flia. Palermo parte de mi vida quedo con ellos!!!!!
Diana Rutman